Huracán parece, pero no es.

El equipo del Chulo pelea en todos los rincones de la cancha… Eso está clarísimo. Pero también está claro que este mismo conjunto que no da pelota perdida y defiende como pocos (desde hace un par de fechas) juega cuando lo tiene que hacer. Y aunque sean diez minutos fulminantes, alcanzan y sobran para poner de rodillas a cualquier rival.
A partir de allí, el equipo que esté enfrente tendrá que remar con marea en contra. ¿Por qué? Porque tiene un arquero (Gastón Monzón) que más allá de algún error circunstancial, es garantía de confianza para sus compañeros. Un central (Paolo Goltz) que es el eje de la defensa, con tres o cuatro, da igual. Y con un mediocampo y delanteros que a primera vista de nombres no dice absolutamente nada, pero cuando se observa su funcionamiento queda a la vista el trabajo de la semana.
Contra Gimnasia y Esgrima, el Globo jugó sin un volante central definido (doble cinco con Machín y el Kily Peralta) y se las arregló para que el visitante no solo no pudiera hacer su juego sino que además tuvo sus oportunidades.
Repasemos. ¿Fue un buen partido de fútbol? Ni. En la primera etapa Huracán apenas inquietó el arco del Gato Sessa y la visita, si bien tuvo sus oportunidades, nunca llegó a tener el punch necesario en los últimos metros y de a poco fue perdiendo claridad. Al cabo de ese primer tiempo el partido era un verdadero bodrio.
En la segunda parte, el local se adelantó y en ocho minutos ya estaba dos a cero.
Franzoia tras gran pase de Toranzo y el uruguayo Rodríguez después de un precioso pelotazo de Goltz y muy buena definición por parte del Oriental, le dieron vida al encuentro. Dos minutos después, en la única falla de la defensa del Globo, dejaron solo al grandote Agüero que de cabeza descontó. Se venía el partidazo.
Y se vino…o algo así. Porque ninguno de los dos jugó bien pero pusieron el alma. El Lobo abusó de los centros pero la mayoría murieron en las manos de Monzón. La visita pudo empatar, pero le faltó claridad.
Huracán aprovechó esa falta de ideas ajenas y sobre el final, con una contra letal, terminó de anestesiar los sueños Platenses.
Al local no le sobra nada y lo poco que tiene lo raciona. Y bien.
Habrá que ver hasta donde es capaz de llegar este equipo que sin figuras se las arregla para pelear en los primeros puestos de la tabla.

Mariano Puppo