24/8/10

Suma y sigue...

Tarde de domingo ideal para ir a la cancha. Temperatura agradable y por suerte sin lluvia, a pesar de los pronósticos previos. El monumental de Nuñez se vistió de fiesta para albergar a miles de hinchas millonarios, expectantes e ilusionados por el andar del cuadro de Angel Cappa; y otros tantos endiablados rojos, sedientos de victoria. El color y el marco en las tribunas preveían un buen juego. Y por suerte así lo fue. O por lo menos fue de ida y vuelta, con muchas situaciones de gol para ambos.
El encuentro comenzó parejo, los dos equipos como que se estudiaron y se prestaron la pelota para ver que proponía el rival, hasta que a los 9 minutos Funes Mori tuvo olfato de goleador e interceptó un remate que se iba desviado para cambiarle su curso y estampar el 1 a 0 a favor de River. A partir de allí se lo vio mas tranquilo al conjunto millonario, pero nunca seguro, sobre todo en defensa. Ya desde el inicio del partido sufría mucho con los pelotazos a espaldas de Ferrero y Maidana. Tanto es así que a los 17’ Mareque le robó la pelota a Buonanotte en mitad de cancha y asistió, con un preciso pelotazo por encima de los centrales a Silvera, quien con la efectividad y jerarquía que lo caracterizan estampó el 1 a 1 con un remate cruzado que ingresó por el único lugar al que Carrizo no podía llegar. Puro mérito del Cuqui.
Sin embargo, la alegría roja duró poco, ya que dos minutos más tarde apareció nuevamente Rogelio Gabriel Funes Mori para coronar (en posición adelantada, por centímetros, pero adelantada al fin) una gran jugada colectiva y adelantar 2 a 1 a River. Otra vez tranquilidad, la cual le permitió a los de Cappa jugar con mayor precisión en velocidad e hilvanar algunas jugadas colectivas interesantes. De esta manera llegó el tercer gol de Ferrari, que remató fuerte y cruzado, haciendo estéril el intento de atajar el remate por parte de Gabbarini.
Antes del descanso, el conjunto de Daniel Garnero tuvo tres situaciones para descontar, la mas clara de la mano de Germán Pacheco, pero su remate se fue desviado, al igual que los de Silvera y Gracián, e Independiente se fue al vestuario dos goles abajo.
El segundo tiempo fue claramente manejado por River desde la tenencia del balón. Sin embargo, esa superioridad no se vio reflejada en situaciones de gol y mucho menos, claro está, en el marcador. De tres cuartos en adelante nunca aceleró lo necesario como para inquietar a Gabbarini, no generó prácticamente situaciones claras de gol. Y eso lo terminó perjudicando sobre el final del encuentro, mas precisamente al minuto 44, cuando Federico Mancuello conectó un muy buen cabezazo que pegó en el palo derecho de Carrizo y rebotó en el propio arquero millonario, decretando el 3 a 2 parcial.
Tres minutos se adicionaron al reglamentario, para sufrimiento de los riverplatenses y esperanza de los diablos rojos. En el segundo de ellos, la pelota le quedó a Silvera en el área grande y remató de zurda, provocando la estirada a mano cambiada de Carrizo que envió la pelota al córner, quedándose así con el empate de Independiente y permitiéndole a River obtener su tercer triunfo consecutivo en el presente certamen y alcanzar la cima de la tabla de posiciones junto a Vélez.

Matías Moyano

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