Llegó el día, llegó el gran momento que no sólo los hinchas del Barcelona y del Manchester United sino todos los amantes del fútbol estábamos esperando. Llegó la final de la UEFA Champions League. Con un Manchester defensor del título, imbatible en las tres finales que disputó y con un Barsa que soñaba con ser el primer equipo de España en quedarse con la Triple Corona (Liga, Copa del rey y Copa UEFA). Y fue el conjunto español el que gritó CAMPEON en el Olímpico de Roma. Porque fue el que mejor hizo las cosas.
Es verdad, tardó unos minutos para entrar en el juego, que le pudieron costar caro con un tiro libre de Ronaldo. Pero una vez que lo hizo, a partir del gol de Eto´o, fue el que manejó las riendas del juego. Porque Xavi e Iniesta se convirtieron en los amos y señores del medio campo, porque Puyol y Sylvinho subían y bajaban sin parar por los laterales asistiendo a los de arriba y porque la zaga central sacó todas las que les tiraron.
Poco sirvieron los ingresos de Berbatov y Tévez en la segunda etapa, el Manchester seguía sin tener ideas claras para inquietar a Valdés. Pero sin embargo, el team de Guardiola debió esperar hasta los 24 minutos del complemento para estirar la ventaja y no pensar en pasar sobresaltos. Porque Henry había desaprovechado una muy buena chance en un mano a mano frente a Van der Sar, que el arquero tapó con las piernas y un tiro libre de Xavi se había estrellado contra uno de los palos. Y tuvo que ser Messi de cabeza, sí con un cabezazo, el encargado de anotar el segundo y cerrar el partido.
Barcelona es el nuevo campeón de la Champions y bien merecido lo tiene.
Es verdad, tardó unos minutos para entrar en el juego, que le pudieron costar caro con un tiro libre de Ronaldo. Pero una vez que lo hizo, a partir del gol de Eto´o, fue el que manejó las riendas del juego. Porque Xavi e Iniesta se convirtieron en los amos y señores del medio campo, porque Puyol y Sylvinho subían y bajaban sin parar por los laterales asistiendo a los de arriba y porque la zaga central sacó todas las que les tiraron.
Poco sirvieron los ingresos de Berbatov y Tévez en la segunda etapa, el Manchester seguía sin tener ideas claras para inquietar a Valdés. Pero sin embargo, el team de Guardiola debió esperar hasta los 24 minutos del complemento para estirar la ventaja y no pensar en pasar sobresaltos. Porque Henry había desaprovechado una muy buena chance en un mano a mano frente a Van der Sar, que el arquero tapó con las piernas y un tiro libre de Xavi se había estrellado contra uno de los palos. Y tuvo que ser Messi de cabeza, sí con un cabezazo, el encargado de anotar el segundo y cerrar el partido.
Barcelona es el nuevo campeón de la Champions y bien merecido lo tiene.
Mariel Rzecznik
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