El partido comenzó con Australia bien adelantado, con una clara chance en los pies de Richard García. Pero rápidamente cambiarían las cosas, ya que a los 8´ apareció libre dentro del área Lukas Podolski, que con un tremendo zurdazo, derrotó al arquero Schwarzer, abriendo el marcador para el conjunto germano. A partir de ahí y hasta la finalización de la primera etapa fue todo de Alemania, que estiraría la ventaja a los 26´, cuando su goleador, Miroslav Klose (suma 11 goles en los Mundiales y está a 4 del brasileño Ronaldo), se anticipó a la salida del arquero y de cabeza marcó el segundo. Tres minutos más tarde, uno de los mejores jugadores de la cancha, Mesut Özil, pudo haber liquidado el encuentro, pero el defensor Neill le ahogó el gritó sacándole una pelota sobre la línea.
En el segundo tiempo continuó el dominio alemán. Los australianos no encontraban la forma de llegar con claridad al arco defendido por Neuer. Y encima, el árbitro Marco Rodríguez, no sancionó un claro penal a su favor por una mano de Mertesacker dentro del área.
Cuando iban 10´ la roja a Cahill, por una falta desde atrás sobre Schweinsteiger, pareció definir las cosas. Pero la diferencia en el marcador se estiraría más aún con los tantos convertidos por Thomas Müller y Cacau a los 22´ y 25´, respectivamente.
Alemania ganó, gusto y goleó y mostró por qué es uno de los candidatos para quedarse con esta Copa.
Mariel T. Rzecznik
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